martes, 13 de septiembre de 2016

EL ORIGEN DE HALLOWEEN

EL ORIGEN
Hace más de 2.000 años, la noche de Samhain, los celtas apagaban las luces y esperaban que la muerte no tocara a sus puertas. La cultura celta abarcaba las Islas Británicas, Escandinava y Europa Occidental y esta tradición se extendió por todos estos territorios llegando a ser una de las más populares
Resultado de imagen de origen de halloween para niñosLos druidas, sacerdotes paganos celtas, celebraban la noche del Samhain en la que los espíritus volvían a caminar por la tierra. Nadie quería trato con ellos al considerarlos peligrosos. Por eso no se encendía ningún fuego, las casas permanecían frías y oscuras, sus dueños se vestían fúnebremente para evitar la atención de los muertos y de este modo se creía que en la noche de los muertos se podía seguir con vida si se pasaba desapercibido.
Halloween Noche de Brujas es una fiesta de origen celta. Esta palabra es una derivación de la expresión inglesa All Hallow’s Eve (Víspera del Día de los Santos). Se celebraba en los países anglosajones, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Irlanda y el Reino Unido. Actualmente se celebra en la mayoría de los países occidentales.
La historia del Halloween se remonta a hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las “decoraban” con huesos, calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos pasaran de largo. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos y también los disfraces.
Resultado de imagen de origen de halloween para niñosLa costumbre de Truco o Trato procede de la creencia de algunos pueblos de que los muertos pasaban por las casas en busca de alimento. Si el dueño de la casa accedía, los muertos seguían su camino. De ahí la costumbre de dejar comida en la puerta y las ventanas de las casas, pues creían que si se negaban, caerían sobre ellos hechizos y maldiciones como perder las cosechas o que sus ganados enfermaran.